Por talento innato, por formación o por razones que difícilmente llegaremos a entender alguna vez, existen nombres de pintores que resuenan en nuestra cabeza incluso si somos profanos en esto del arte.
Goya, Velázquez, Picasso, Miguel Ángel, Monet, Rembrandt, Van Gogh… La lista de los pintores más famosos del mundo es tan extensa como el legado que ellos dejaron para la posteridad. La que te traemos en este post de Canvas by Numbers puede ser subjetiva, pero ya sabemos que la objetividad tiene muy poca cabida en el arte.
1. Vincent Van Gogh (1853-1890)
El primero de nuestra lista es el pintor holandés por antonomasia: Vincent Van Gogh. Famoso entre quienes lo conocían por su carácter arisco y autor de más de 900 cuadros, solo vendió uno en vida, para luego convertirse de manera póstuma en uno de los pintores más famosos de la historia.
¿Sabías que fue tan pobre que no pudo pagar ningún modelo? Esa es la razón de que hiciera tantos autorretratos, como Autorretrato con sombrero de paja. Sin embargo, el cuadro más famoso de Van Gogh es La noche estrellada, obra pintada en el sanatorio francés donde vivió poco antes de suicidarse de un disparo.
La obra representa el paisaje que Van Gogh tenía desde la habitación del sanatorio, un cuadro realizado en el estilo postimpresionista que tanto caracteriza su obra en su etapa madura.
2. Pablo Picasso (1881-1973)
Nacido en Málaga en 1881, Picasso experimentó con varios estilos a lo largo de su carrera, pero su carácter innovador y arriesgado lo llevó a convertirse en uno de los máximos exponentes del cubismo, uno de los movimientos artísticos de vanguardia.
El pintor malagueño es mundialmente conocido por el Guernica, obra realizada en 1937 con motivo del bombardeo de esta localidad vasca. El cuadro tiene más de 7 metros de largo y casi 3,5 metros de alto, un auténtico mural con el que, desde su exilio en París, pretendió reflejar los horrores y el sufrimiento de sus compatriotas durante los años de guerra civil.
El Guernica volvió a casa en 1981, y desde 1992 está en exposición permanente en el museo Reina Sofía de Madrid.
3. Claude Monet (1840-1926)
Monet fue el pintor francés padre del impresionismo, un estilo de pintura basado en la superposición de colores, los enfoques originales, las pinceladas y los trazos gruesos, y la eliminación de detalles en beneficio del conjunto, entre otras características.
Como siempre ocurre con los estilos artísticos que rompen con lo establecido, al principio Claude Monet sufrió un fuerte rechazo por parte de los pintores academicistas, lo que, con el tiempo, no le impidió entrar en el registro de los pintores más famosos de todos los tiempos.
Los cuadros más conocidos de Monet representan mujeres y naturaleza al aire libre, como Impresión sol naciente, Campo de amapolas, Mujer con sombrilla y El jardín del artista en Giverny, por mencionar algunas de las obras de este famoso pintor francés.
4. Francisco de Goya (1746-1828)
Francisco de Goya fue uno de los grandes artistas de su época. Natural de Fuendetodos (Zaragoza), este famoso pintor español tardó en ingresar en la Academia de Dibujo de Zaragoza y fue un artista con una progresión más bien lenta.
Sin embargo, más vale tarde que nunca, así que, de hecho, su vocación y dedicación constantes le llevaron a trabajar como pintor para la corte, en Madrid. En su etapa madura, Goya captó la esencia de la capital a través de sus cuadros costumbristas, no sin una pincelada de crítica social.
Al igual que otro gran genio coetáneo, Beethoven, Goya se quedó sordo, según se cree, por intoxicación de los derivados del plomo con los que fabricaba el color blanco: era típico que los pintores limpiaran el lienzo con un pañuelo que mojaban con la punta de la lengua, por lo que ingerían inconscientemente los químicos de las pinturas.
Su obra es extensa, y sus estilos abarcaron desde el romanticismo hasta el surrealismo y el expresionismo, adelantándose así a su época. Entre los cuadros más famosos de Goya, destacan Saturno devorando a su hijo, La maja desnuda, El 3 de mayo en Madrid y El sueño de la razón produce monstruos (grabado al aguatinta).
5. Rembrandt (1606-1669)
Retrocedemos más en el tiempo para hablar del siguiente nombre de nuestra lista, el neerlandés Rembrandt Harmenszoon van Rijn.
Se trata de uno de los pintores más importantes y famosos de la historia, alzándose con el título de maestro del barroco y representante de la edad de oro holandesa, cuando la nación era una superpotencia internacional.
A diferencia de Van Gogh, Rembrandt gozó de prosperidad económica durante años, aunque al final de su vida se vio obligado a subastar todas sus pertenencias ante los reveses financieros.
Son especialmente valorados sus autorretratos (pintó cientos de ellos) y los cuadros que reflejan escenas de grupo, como El retorno del hijo pródigo y La ronda de noche, una de sus obras más conocidas.
6. Diego Velázquez (1599-1660)
Contemporáneo de Rembrandt, y dotado del mismo talento que este, el sevillano Diego Velázquez es otro de los pintores más famosos de la historia y uno de los máximos exponentes de la pintura española universal.
Al igual que Goya, Velázquez sirvió en la corte del rey, por entonces Felipe IV, durante los años más esplendorosos del siglo de oro español. El estilo predilecto de Velázquez fue el realismo barroco, predominante en la época, del que fue un auténtico maestro.
Su nombre estará ligado para siempre a uno de los cuadros más famosos del mundo, Las meninas, donde el artista pintó a la infanta Margarita Teresa de Austria rodeada por sus sirvientes, además de pintarse a sí mismo.
7. Gustav Klimt (1862-1918)
Gustav Klimt, conocido como el artista que “pintaba con oro”, fue un pintor austríaco exponente del simbolismo, una vanguardia en pintura basada en la expresión conceptual.
Talentoso y mujeriego, la sensualidad, el amor, la feminidad y el erotismo eran temáticas frecuentes en los cuadros de Klimt, los cuales al principio fueron tachados de escandalosos por la crítica, rozando lo pornográfico para la época.
El formato predilecto de Klimt fue el mosaico de estilo bizantino embellecido con pan de oro, obras de gran belleza como El beso, Mujer con abanico y La dama dorada.
8. Wassily Kandinsky (1866-1944)
Aunque comenzó estudios de Derecho y Económicas en la Universidad de Moscú, el ruso Kandinsky abandonó esta formación para dedicarse a su auténtica vocación: la pintura.
Kandinsky es autor de la obra De lo espiritual en el arte, libro donde expone los principios de la pintura abstracta, entre ellos, el protagonismo de las emociones antes que el del objeto.
El pintor ruso, que en su vida también vivió en Alemania y Francia, estuvo a la cabeza de Der blaue Reiter, un grupo de pintores expresionistas alemanes que reclamaban una nueva forma de arte, más subjetiva y centrada en las emociones del individuo.
Entre los cuadros más famosos de Kandinsky, podemos citar Composición IV, Casas en Múnich y Pintura con troika.
9. Franz Marc (1880-1916)
Franz Marc, integrante de Der blaue Reiter junto con Kandinsky, fue uno de los exponentes de la pintura expresionista alemana. Su visión del arte rechazaba la realidad tal y como la percibimos en beneficio del sentimiento y la emoción.
El alemán, al igual que otros pintores famosos de su época, estuvieron muy influenciados por el pesimismo histórico del momento, una angustia que está reflejada en sus obras.
En el caso de Marc, los protagonistas de sus cuadros son los animales, pues consideraba que eran mucho más puros y dignos de ser pintados que las personas. En sus lienzos, estos aparecen con colores muy alejados de los reales, como el azul y el amarillo, representantes respectivos de la masculinidad y la feminidad.
La vaca amarilla, El caballo azul y Gato en cojín amarillo son de los cuadros más famosos de Franz Marc.
10. Frida Kahlo (1907-1954)
Terminamos nuestra lista de pintores famosos no con un pintor, sino con una pintora. De hecho, es una de las pintoras más conocidas del siglo XX: la mexicana Frida Kahlo.
Es especialmente famosa por sus autorretratos, donde, en varios, aparece vestida al estilo de las mujeres mexicanas precolombinas, consecuencia de sus ideas nacionalistas revolucionarias.
La crítica clasificó la obra de Frida Kahlo como surrealista, aunque ella siempre afirmó que no pintaba sueños, sino su propia vida, marcada por la soledad de niña y por algunas enfermedades graves.
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