Continuamos con la segunda parte del post anterior, Dejar de preocuparse por las cosas que no se pueden controlar (I), un artículo dedicado al muy necesario cuidado personal, indispensable para nosotros mismos y para los demás. En Canvas by Numbers nos preocupamos por tu bienestar, la pintura por números para adultos está calificada como una herramienta potente para desconectar de los problemas que nos agobian y conseguir el tiempo de relax y disfrute que tanta falta nos hace.
Al final del texto de cada consejo, hemos incluido un cuadro de pintura con números para dar color a tu lectura.
Bueno, si has llegado hasta aquí... ¡felicidades! Porque ahora viene la parte más interesante: consejos para dejar de preocuparse por aquello que queda fuera de nuestro control. Cuestiones por las que no merece la pena perder el tiempo y la alegría.
- Determinar aquello que se puede controlar.
Cuando te preocupes, tómate unos minutos para examinar aquello sobre lo que realmente tienes control. Coge papel y lápiz y haz una lista, leerla te aportará serenidad. No puedes evitar que llegue una tormenta, pero puedes prepararte para afrontarla. No puedes controlar cómo se comporta alguien determinado, pero puedes controlar cómo reaccionas tú. No puedes controlar que una enfermedad invada tu cuerpo, pero sí tienes control sobre la alimentación, ejercicio, vida sana, etc. para combatirla con más garantías.
Reconocer que lo único que puedes controlar es el esfuerzo y la actitud es un bálsamo para el bienestar físico y psíquico. Una forma de soltar lastre. Si pones tu energía en las cosas que puedes controlar, serás mucho más efectivo a la hora de responder al problema.
(*) Pimpinella, Colección William Morris
- Identifica tus miedos.
Es importante identificar nuestros miedos. La mayoría de las veces ni tan siquiera sabemos qué es exactamente lo que tememos. Pregúntate qué es lo que de verdad te asusta y, más que nada, ¿por qué estás prediciendo un resultado catastrófico? ¿Acaso dudas de tu capacidad para hacer frente al problema? Por lo general, el peor de los casos no suele ser tan trágico como estás imaginando. Es muy probable que seas más fuerte de lo que piensas.
Sin embargo, a veces estamos tan ocupados con pensamientos del tipo "No puedo permitir que mi negocio fracase", que obviamos la pregunta correcta: "¿Qué haría si mi negocio fallara?" Reconocer que se puede manejar el peor de los escenarios ayuda a enfocar la energía en ejercicios más productivos.
A la hora de identificar los miedos, de tomarnos ese tiempo tan valioso de preguntas y respuestas, es muy importante el momento del día en el que se hace. Por la noche, con dificultad para conciliar el sueño y después de una jornada agitada, seguro que no es buen momento. La mente está cansada y, como la propia noche, cualquier pensamiento se tornará negro, negrísimo.
El mejor momento es por la mañana, con la luz del día, una vez se ha descansado y la energía está lista para ser usada. Pregúntate de qué eres capaz y qué puedes hacer para afrontar la situación. La respuesta será muy diferente.
- Diferenciar entre pensamientos improductivos y resolver problemas.
Repetir conversaciones en tu cabeza o imaginar resultados desastrosos una y otra vez no es útil. Resolver un problema sí lo es.
Observa si tu pensamiento es productivo. Si estás resolviendo un problema activamente, como intentar encontrar formas de aumentar las posibilidades de éxito en el trabajo ante una reestructuración empresarial, por ejemplo, sigue trabajando en posibles soluciones.
Pero si estás perdiendo el tiempo rumiando una posibilidad, una conversación o un hecho determinado que te ha afectado negativamente, cambia el canal en tu cerebro. Reconoce que tus pensamientos no son útiles, muévete y ve a hacer otra cosa durante unos minutos para enfocar tu cerebro en algo más productivo. Sugerencia: ¡aprovecha para desconectar y realizar una magnífica obra de arte con pintura por números que potencie tu autoestima!
(*) Iglesia de Cassone, Colección Gustav Klimt
- Concéntrate en tener influencia en las personas, jamás control
Este consejo parte de la premisa de que se puede influir en las personas, pero no se debe obligar a que nadie siga un rumbo que no ha escogido. Un ejemplo claro son los hijos. Si bien puedes ofrecer a tus hijos las mejores herramientas para una buena educación académica que les ayude a desenvolverse en el futuro, una vez son mayores y tienen criterio propio, no es aconsejable obligarlos a seguir el camino que tú has marcado de antemano. Aunque actúes desde el cariño y la experiencia, será un error. Escapará de tus manos a la más mínima oportunidad y a ambos lados crecerá la sensación de frustración por lo que debió o no debió ser.
Conclusión: puedes planear una buena fiesta, pero no puedes hacer que cada uno de los asistentes se divierta; no estás dentro de la mente ni tampoco conoces las circunstancias específicas de tus invitados al acudir.
Trabajar la influencia es la mejor opción y para ello es necesario cambiar el propio comportamiento. Observarás que es muy gratificante. Fuera el control, la exigencia y el “ordeno y mando”. La capacidad para influir en las personas que nos rodean se genera siendo un buen ejemplo a seguir para los demás, alguien sereno y confiable que establece unos límites saludables para sí mismo y para los demás.
Cuando tengas dudas acerca de las elecciones realizadas por otra persona o no las creas acertadas, por ejemplo, comparte con ella tu opinión desde una posición amigable e invita a una reflexión compartida, pero solo una vez. Si no te busca de nuevo, no te empeñes en corregir su rumbo. Deja que cada cual escoja sus aciertos y sus errores, a veces las personas necesitamos equivocarnos para aprender y seguir creciendo como personas. No intentes arreglar a quien no quiere ser arreglado por ti.
- Establece un plan para controlar el estrés.
Hacer ejercicio, comer saludablemente y dormir lo suficiente son sólo algunas de las cuestiones clave para cuidarse. Aunque no basta con mantener el cuerpo sano y en forma, también se debe dedicar tiempo a la mente, a controlar ese estrés que repercute en todos los aspectos de nuestra vida y así actuar de manera más eficiente.
Presta atención a tu nivel de estrés y observa cómo lidias con la angustia. Si estás de malhumor, has perdido la ilusión, duermes mal, vives obsesionado con los problemas y un largo etcétera que todos podemos reconocer, el estrés esta dominando tu actos y puede que caigas en hábitos poco saludables como el victimismo exacerbado, comer compulsivamente o incluso beber demasiado.
No estamos diciendo que los problemas causantes del estrés en una persona sean fruto de su mente, los problemas existen, son reales aunque, por desgracia, escapan al control del que los padece. De nada sirve dar vueltas una y otra vez sobre el mismo eje, los miedos y la angustia sobrevenida no resuelven la situación. Debemos encontrar calmantes saludables para la mente e intentar acotar esa ansiedad. Algunos como la meditación, un pasatiempo atractivo o pasar tiempo con los amigos son muy eficaces para fulminar los pensamientos negativos. Tu ánimo cambiará. Recuerda: sólo tienes control sobre tu esfuerzo y tu actitud.
(*) Árbol de los Sueños, Colección Vincent Van Gogh
- Practicar con afirmaciones saludables.
En autoayuda se suelen utilizar frases para facilitar el propio autocontrol ante las situaciones de conflicto que generan estrés. Repetir estas frases nos da una idea del poder que tenemos sobre sobre la mente. Una de ellas es simple: “Haz que suceda”. Cada vez que nos decimos algo como: "Espero hacerlo bien hoy", hay que corregir y cambiar por "Haz que suceda". Esa simple afirmación nos recuerda que el control más importante que tenemos es el de las propias acciones.
Si te encuentras pensando en una persona o un suceso sobre el que no tienes control, un suceso del tipo "Espero que no llueva el sábado", debes decirte a ti mismo “Puedo manejarlo”. Esas pequeñas frases rápidas impiden que gastes tiempo en cosas que quedan lejos de tu alcance. Es decir, “Haré lo que pueda para que suceda” o bien “Sabré lidiar con las cosas sobre las que no tengo control”.
Cada persona tiene su propia lista de frases cortas de afirmación. No a todos nos preocupa lo mismo ni tenemos las mismas circunstancias. Dedica tiempo para elaborar tu propia lista, no hace falta que sean muchas, cuatro o cinco frases comodín para utilizar en tu día a día. Descubrirás que son poderosas, eliminan miedos y cuando consigues que sean efectivas, es decir, que anulen tus miedos/preocupaciones, ya no podrás vivir sin ellas.
(*) I Colori di Santorini, Colección Guido Borelli
Y hasta aquí nuestros consejos para poner a raya las preocupaciones ¿Qué te han parecido? ¿Merece la pena ponerlos en práctica?
En este artículo apenas hemos hablado de la pintura por números para adultos, nuestra pasión, no obstante te recomendamos su práctica tanto para el control del estrés como para el disfrute sin más pretensiones. Es una actividad relajante, divertida, no necesita de experiencia previa, potencia las creatividad, la autoestima y tendrás una gran obra pintada por tí para decorar en casa o regalar en una ocasión especial.
En Canvas by Numbers disponemos de un catálogo con más de 300 cuadros para pintar con números. Te hemos dejado algunas Colecciones, pero hay muchas más. Visita nuestras Colecciones y anímate con alguna pintura que te encante. Quien prueba, repite ¡por algo será!
El cuadro que ilustra esta entrada es Cama de Flores, de Maurice Prendergast, perteneciente a la Colección Cuadros de Flores.
Esperamos que te haya gustado la lectura. Escríbenos y cuéntanos la forma particular en que te ha ayudado la pintura por números a la hora de conseguir un mayor bienestar para ti y los tuyos en el día a día.
(*) Fuente del artículo: https://www.psychologytoday.com/